Es común que en muchas ciudades y pueblos del mundo existan recintos, fastuosos o modestos, a los cuales asisten personas de diversas edades. Entran con dudas, tareas por resolver, investigaciones que hacer, pero casi siempre suelen salir satisfechos. La biblioteca es ese lugar donde siempre se aprende y encuentran respuestas.
En la ciudad de Holguín, al norte oriental de Cuba, la biblioteca Alex Urquiola ofrece varios servicios para hacer que las visitas sean más provechosas. Cuenta con un fondo de alrededor de 120 mil 609 libros. Dispone de varias salas en los tres pisos que componen el edificio, de esta manera podemos encontrar la Sala de Fondos Raros y Valiosos, Juvenil, Arte, Técnica, de TV y Vídeo, Martiana, Literatura, Infantil-Juvenil, Braile y General.
Pero la biblioteca de Holguín hasta ocupar su ubicación actual desandó por varios sitios de la ciudad. Todo comenzó el 8 de julio de 1922 cuando el Doctor Oscar Albanés Carballo realizó un donativo a la iglesia San Isidoro para crear un pequeño fondo, de esta manera se fundó una biblioteca de pequeñas dimensiones. Luego el 28 de enero de 1959 se trasladan los libros para el salón solemne de La Periquera, antigua Casa Consistorial.
Más tarde en noviembre de 1961 se llevan los textos para el Liceo de la Colonia Española, actual Museo de Ciencias Naturales, hasta que finalmente en enero de 1964 llega a su ubicación actual, frente al parque Calixto García, en lo más céntrico de la ciudad cubana de los parques. Pero a la hora de celebrar aniversarios, se tiene como punto de partido el año 1959.
Algo que distingue a la biblioteca es la labor que realizan los departamentos de promoción y extensión bibliotecarias, pues tienen cada mes visitas a escuelas, fábricas, hospitales, sin excluir las penitenciarias, con el propósito de promocionar la lectura.
Entre los textos que dispone la instalación aparece uno de 1773, el más antiguo tesoro impreso que lleva por título Historia del señor Cardenal Francisco Ximenez de Cisneros. Para continuar con otro elemento curioso, en la sala de Fondos Raros y Valiosos, comparten espacio los libros de mayores dimensiones y los más pequeños.
Las bibliotecas son esos lugares llenos de textos y donde se habla en voz baja. En sus estantes abundan las respuestas para las preguntas más caprichosas y páginas abiertas al conocimiento. La biblioteca de Holguín aspira a seguir incrementando el volumen de textos y continuar siendo uno de los lugares más visitados de la ciudad.
FOTOS: Juan Pablo Carreras Vidal