En una conversación en casa de unos amigos el tema giró en torno a cómo los Maxilofaciales operaban las fracturas del pómulo y los huesos de la cara relacionados con este. Los escépticos declararon no saber. Los más comicos propusieron hacer presión en el pómulo contralateral y emparejarlo con el otro.
Uno muy sabiondo decidió hacerlo a través de la cabeza. En fin, fueron tantas las propuestas que no faltaron las risas e ideas "brillantes". He aquí la verdad. Cuando producto de una riña callejera, accidente del tránsito, etc, un trauma incide sobre la región del hueso cigomático (pómulo) y en dependencia de su intensidad y dirección produce fracturas que van desde las más " simples" hasta las más complejas y difíciles de tratar.
El paciente acude a nuestro Cuerpo de guardia muy asustado y preocupado por el sangramiento nasal, aplanamiento de ese lado de la cara y en ocasiones presentando visión doble. La conducta es abordar lo antes posible los huesos fracturados (este hueso no está solo y se articula con otros que le dan forma y proyección a la cara)
Este procedimiento no es una emergencia médica, pero sí una urgencia, ¿relativa? Lo cierto es que mientras antes, mejor. Existen abordajes intraorales y otros que se realizan por fuera. El objetivo es realizar su reducción, que significa movilizar ese bloque óseo y llevarlo a su lugar para solucionar el problema funcional y estético ocasionado por el trauma.
Las zonas más frecuentes a través de las cuales se accede al foco fracturado es la región temporal (cien), la cola de la ceja y la infraorbitaria; pero disponemos de una vía especial, la Transconjuntival, que permite trabajar el hueso lesionado, penetrando cuidadosamente entre el globo ocular y el reborde inferior de la orbita a través de la conjuntiva, esta es la membrana mucosa que recubre la superficie interna del párpado y la parte blanca del ojo (esclerótica).
Una vez manipulado, protegido de manera muy cuidadosa el globo ocular y el tejido blando se procede a explorar el hueso, reposicionarlo, además de fijarlo con mini placas y tornillos. Esta tiene varias ventajas sobre las técnicas anteriores, como una recuperación rápida, menos dolor y un aspecto estético más natural después de la intervención. No obstante no es recomendable en todos los casos por lo que precisa una evaluación muy rigurosa por el Especialista.
Aclaradas las interrogantes de nuestros amigos en aquella amena conversación todos quedaron satisfechos y algunos hasta prometieron no reñir, ni manejar a exceso de velocidad.
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