Al cierre de 2023, se registró que 2.6 millones de cubanos superaron los 60 años, el 22.6% de la población del país. Para 2030, se estima que la proporción alcance un 30%.
Esta dinámica demográfica, caracterizada también por la baja natalidad y el incremento de la esperanza de vida, establece la necesidad de continuar implementando medidas para atender elementos que determinan el actual escenario demográfico, como es el envejecimiento de la estructura de edades de la población cubana.
Realidades en las que insiste el informe de verificación de la Comisión Permanente de Trabajo de Salud y Deporte del Parlamento cubano, que pone de relieve importantes retos en el funcionamiento de las instituciones sociales dedicadas al cuidado de las personas mayores, como casas de abuelos y hogares de ancianos.
Ello, en el contexto de ese acelerado proceso de envejecimiento demográfico en el país, demanda una atención cada vez más prioritaria del Estado.
Los resultados de la verificación de los parlamentarios en instituciones de nueve provincias reflejan avances importantes como la creación de 304 casas de abuelos (10 393 plazas) y 68 hogares de ancianos más (2 461 plazas) desde que se inició la política. Además, se cuenta con 40 casas de abuelos especializadas en la atención al deterioro cognitivo.
Sin embargo, también se identificaron importantes retos como déficit de personal, especialmente de auxiliares generales y asistentes, lo que afecta directamente la calidad del servicio. Asimismo, hay hogares de ancianos con deterioros constructivos que limitan su capacidad y dificultades con el transporte que impiden cubrir la demanda en algunas provincias.
El informe identifica otros desafíos para los hogares de ancianos como el de que en muchas instalaciones los equipos de lavado están deteriorados o rotos, lo que obliga al lavado de la ropa a mano. Además, se reporta una limitada asignación de gas licuado para cocinar, obligando al uso de leña o carbón en algunas instalaciones.
El informe también señala problemas de desabastecimiento en cuanto a calzado, vestuario y artículos de aseo personal. Asimismo, se menciona la falta de un stock adecuado de medicamentos de medicina natural y tradicional.
El documento indica, entre otros elementos, que no se logra una adecuada coordinación entre el Gobierno y las autoridades de la comunidad para brindar apoyo a estos centros. Ello se traduce en inestabilidad en el suministro de frutas, verduras y otros alimentos básicos para la alimentación de los ancianos.
Al intervenir en el debate de la comisión, Alberto Fernández Seco, jefe del Programa Nacional de Atención al Adulto Mayor, Asistencia Social y Salud Mental del Ministerio de Salud Pública, recordó que en 2013 se aprobaron medidas inmediatas dirigidas a las casas de abuelos y hogares de ancianos y enfatizó que “estas instituciones de cuidados deben ser una prioridad para dignificar a los adultos mayores en toda la sociedad”.
Sin embargo, persisten importantes desafíos, dijo, e informó que hay 2 646 plazas desocupadas en casas de abuelos, principalmente por problemas de accesibilidad, transporte y falta de mobiliario.
De los 158 hogares de ancianos, con una dotación de más de 12 600 camas, 2 678 camas están desactivadas por problemas constructivos, falta de espacio y daños al mobiliario, siendo La Habana la de mayor número de capacidades afectadas.
Además, hay una baja disponibilidad y variedad de alimentos, lo que impide cumplir con las calorías individuales requeridas.
El funcionario también señaló que 99 casas de abuelos y 76 hogares de ancianos están en condiciones regulares o malas, y agregó que están en estado crítico, con extremo deterioro y déficit, los dispositivos de apoyo (sillas de ruedas, sillas sanitarias, sillas de baño, andadores, muletas, bastones).
A pesar de estos retos, Fernández Seco informó que durante el primer trimestre se inauguraron tres nuevas casas de abuelos y se abrió un nuevo servicio de geriatría, lo cual permite alcanzar 54 servicios con 1 099 camas. Además, se han conformado 278 equipos multidisciplinarios de atención gerontológica en un 61.6% de las áreas de salud.
Señaló que en 272 policlínicos del país se realizan hoy escuelas para personas cuidadoras, una actividad esencial.
El ministro de Salud Pública, doctor José Angel Portal Miranda, enfatizó que los desafíos del envejecimiento demográfico no se pueden abordar únicamente con base en las instituciones sociales, pero “asegurar que las que tenemos funcionen con calidad y sensibilidad es no solo una obligación, sino un compromiso”.
Destacó que hay un grupo de prioridades como parte de la atención a la dinámica demográfica, y la mirada intersectorial a las casas de abuelos y hogares de ancianos es una de ellas.
“Hay una gran brecha entre lo que hoy tenemos y lo que todavía se puede hacer desde las comunidades, por lo que es necesario profundizar en el análisis de este tema”, dijo.
Portal Miranda señaló la necesidad de optimizar las capacidades en las instituciones sociales y mirar con detalle y sensibilidad en los territorios cuántas personas necesitan acceder a estos servicios. “Hay que hacer más, pero hay que utilizar mejor las capacidades que tenemos y que hoy no aprovechamos”, afirmó.
El ministro destacó la importancia del mejoramiento de las condiciones de infraestructura en estas instituciones, y de saber cómo se respalda este mejoramiento en el presupuesto de los territorios.
Además, subrayó la necesidad de mejorar las condiciones en cuestiones que muchas veces requieren de soluciones sencillas sin que se necesiten grandes recursos, pero que son vitales, como el entretenimiento de los adultos mayores. También, buscar alternativas para la mejor alimentación, con la participación tanto de las empresas estatales como del sector privado que conforman el entorno inmediato de esa casa de abuelos o ese hogar.
Finalmente, el ministro reconoció el trabajo de quienes se desempeñan en estas instituciones, muchos trabajadores consagrados que han dedicado una vida a la labor allí.
“No obstante, atender las reservas que aún existen al interior del sector para continuar mejorando estos espacios es prioridad. Se lo debemos a esos adultos mayores que un día aportaron a nuestra sociedad y hoy esperan que se les retribuya dignamente”, dijo.
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