Del primer cosmonauta Latinoamericano en la historia de los viajes al espacio exterior habla un libro titulado ¨Un cubano en el cosmos¨, con la firma del Héroe de la República de Cuba, General de Brigada Arnaldo Tamayo Méndez, quien hace 44 años vio a nuestro planeta azul desde las estrellas.
El texto contiene ocho capítulos y narra en cada uno las distintas etapas que vivió el autor en su preparación, viaje y regreso del cosmos. Arnaldo Tamayo en la actualidad cuenta que todavía recuerda cada minuto de su inolvidable experiencia.
Pero no solo los protagonistas del viaje tienen ese recuerdo imborrable. Yo también, pues cuando aquello tenia cinco años, pero puedo recordar las imágenes trasmitidas por la televisión cubana en un televisor Krim-218 blanco y negro que tenía en casa. Y seguro como yo, muchos de los cubanos que observaban cada noche los reportes todavía tienen esa remembranza.
El histórico viaje fue realizado el 18 de septiembre de 1980. A las 15:11 horas despegó desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajistán el cohete portador Soyuz que colocaría en órbita la nave Soyuz 38. La tripulación conjunta entre la Unión Soviética y Cuba, integrada por Yuri Romanenko y Arnaldo Tamayo, realizaron su vuelo hacia el complejo orbital Saliut-6.
Vale recordar que los viajeros al llegar al cosmos se reunieron con la tripulación que se encontraba en el espacio, conformada por los cosmonautas Leónid Popov y Valeri Riumin. La misión de la Soyuz 38 fue la número 12 hacia la estación espacial Salyut 6 y la séptima del programa Intercosmos, llevando al experimentado comandante soviético Yuri Romanenko y al cubano Arnaldo Tamayo. En su estancia en la nave ambos realizaron una serie de experimentos durante una semana, luego de la cual regresaron a la tierra el 26 de septiembre.
En aquel momento el programa de investigaciones de la misión comprendía diversas tareas científicas como experimentos médico-biológicos, el síndrome de adaptación al espacio, la exploración desde el espacio del territorio cubano en la búsqueda de minerales y posibles yacimientos petrolíferos, entre otras actividades.
Luego de dos años del viaje, el 26 de octubre de 1987, Tamayo Méndez y su compañero de travesía establecieron el primer radio-puente Cuba-cosmos mediante un enlace radial que unía al complejo orbital Mir donde Romanenko cumplía su tercera misión al espacio y al mismo tiempo imponía una nueva marca de permanencia en el cosmos.
Como ha expresado en varias ocasiones Arnaldo Tamayo, de aquel viaje quedó una gran amistad con Yuri Romanenko y aunque no hablen el mismo idioma, siempre han mantenido una gran comunicación.
Un cubano en el cosmos, es un interesante libro que seguro no aburrirá a los lectores. Y aunque hayan pasado 44 años de aquel viaje todavía sigue existiendo el orgullo de tener un habitante en nuestra isla que ha podido ver a nuestro planeta desde las estrellas.
FOTO: Archivo Web