Si le gusta la astronomía, viajes en el tiempo, existencia de mundos paralelos o lees novelas de ciencia ficción, de seguro habrás notado que la palabra " sialolitos" suena a meteorito, asteroide o piedras lunares. Pues sí, son piedras que se pueden formar en nuestras glándulas salivales o su conducto excretor. También se llaman cálculos o sialolitos.

Las glándulas salivales son responsables de la producción y secreción de saliva, que es importante para la digestión y la protección de los dientes y la boca. Es precisamente dentro de ellas donde estos depósitos duros y cristalinos se forman debido a la acumulación de minerales y sales.

Dichas piedras pueden variar en tamaño y pueden causar dolor, inflamación y obstrucción del flujo salival. La saliva acumulada en la glándula, que no tiene vía de escape es lo que provoca un aumento de volumen ipso facto, espontaneo en la cara, con muchísimo dolor asociado y que asusta al paciente.

Los cálculos salivales son relativamente comunes, afectando a alrededor del 1% de la población. Afectan a personas de todas las edades y géneros, aunque son más comunes en hombres que en mujeres. 

También son más comunes en personas mayores de 40 años. Los cálculos pueden formarse en cualquier glándula salival, pero son más comunes en las glándulas submandibulares y parótidas.

El diagnóstico de los sialolitos en las glándulas salivales se realiza mediante una combinación de examen físico, historia clínica y pruebas de imagen, como radiografías oclusales, una tomografía computarizada (TC), una radiografía panorámica dental o una Sialografia (técnica radiográfica con sustancia contrastante)

El tratamiento depende del tamaño, la ubicación del cálculo y los síntomas que cause . Los pequeños pueden ser expulsados espontáneamente con la estimulación de la producción de saliva, la ingesta de líquidos para ayudar a que el cálculo se mueva y salga por sí solo, o también se usa el  "ordeño" de la glándula salival. Los más grandes pueden requerir cirugía para su extracción. El acto puede realizarse mediante una incisión en la boca o mediante técnicas endoscópicas mínimamente invasivas.

Sin embargo, en casos más graves la cirugía puede implicar la extirpación de la glándula salival afectada o la eliminación del cálculo mediante una incisión en la glándula.

El método quirúrgico puede realizarse mediante anestesia general o local, dependiendo del caso. En el post operatorio, se pueden recetar analgésicos y se recomienda una dieta suave y líquida durante varios días para permitir que la glándula salival se recupere.

En general, el pronóstico para los pacientes con cálculos salivales es bueno y la mayoría de las personas se recuperan completamente después del tratamiento. Sin embargo, es importante seguir las instrucciones del médico y programar un seguimiento para asegurarse de que no haya complicaciones posteriores a la cirugía.

Es importante tratar los cálculos en las glándulas salivales para prevenir complicaciones como infecciones recurrentes, abscesos y daño permanente a la glándula salival.

Hay una variedad de cálculos que se adhieren a la superficie de los dientes naturales y artificiales cuando la higienización de los mismos no se realiza, se hace mal, o se viola la frecuencia con que la indican los profesionales. Este tema servirá para un próximo artículo.

FOTO: Webs de medicina 


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