El Informe del Estado de la Población Mundial, elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), tuvo su presentación oficial este lunes en conferencia de prensa realizada en la casa de las Naciones Unidas de La Habana.
Según especialistas, el documento evidencia serias problemáticas a nivel global relativas a la disparidad que arroja el estudio con respecto a las tasas de fecundidad en 14 países, la brecha de géneros en lo referente a las responsabilidades y cuidados de la descendencia y la falta de planificación familiar y educación sexual y reproductiva, entre otros puntos con diferentes expresiones con respecto al nivel de desarrollo económico y social.
En el caso cubano, Juan Carlos Alfonso Fraga, vicejefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) precisó que la isla se une a las tendencias mundiales de fecundidad descendente o por debajo de la tasa de reemplazo poblacional, ya que se mantiene desde el año 1978 por debajo en estos indicadores.
Señaló que entre las razones que contraen esa media, el factor económico no es el único para explicar la tendencia demográfica, pues desde los años 80 del pasado siglo figuran temas recurrentes en las perspectivas sobre la negativa a tener hijos, como son la superación profesional, situación laboral, realización personal y temas de salud, entre otros.
“Cuba tiene desafíos demográficos trascendentes en la actualidad, con un alto grado de decrecimiento natural, o sea, que son más las personas fallecidas que las que nacen, lo cual, sumado a otros fenómenos como la emigración, determina una contracción de la población con alrededor de un millón 400 mil habitantes menos respecto a 2020 y decrecimiento en la población de todos los municipios del país, excepto Antilla, en Holguín”, apuntó Alfonso Fraga.
Matilde Molina Cintra, subdirectora del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana (Cedem), se refirió a los datos ofrecidos por la encuesta nacional de fecundidad realizada en el año 2022, a más de mil 200 familias cubanas.
De acuerdo con ello, más del 70 por ciento (%) de las mujeres encuestadas entre los 15 y 45 años tenían hijos, con una brecha clara en ese grupo etario en cuanto a los hombres y mujeres, 36% de ellas solo tenían un hijo, y solo el 29% tenían menos hijos de los que desearían tener, valores en los cuales existía un decrecimiento con respecto a un estudio similar del 2009 y que evidencian un ideal reproductivo disminuido.
En cuanto a las razones aludidas para la no procreación, subrayó que destacaban la situación económica, la superación profesional, la situación laboral, la realización personal y los temas de salud, con un cambio de jerarquía con respecto a 2009 donde la principal razón era la referida a la superación.
Acerca del embarazo en la adolescencia, Molina Cintra advirtió que existe una desarticulación, pues aun cuando la tasa de fecundidad promedio es de 1.29 hijos por mujer, baja en el contexto regional, la tasa de fecundidad en la adolescencia se mantiene alta con indicadores comparables con los demás países de la región.
“Aunque el Código de las Familias dispuso cuestiones con respecto al matrimonio en edades tempranas, persiste cierta permisividad por parte de las familias con respecto a que adolescentes mantengan relaciones sexuales y uniones consensuales con adultos que en ocasiones derivan en embarazos no deseados y otros problemas asociados como la deserción escolar, el abuso y la violencia, y que deben ser mejor prevenidas con políticas encaminadas al Adelanto de la Mujer y la educación sexual integral”, enfatizó.
Por su parte, Marisol Alfonso de Armas, jefa de la Oficina del UNFPA en Cuba, explicó que a nivel mundial las principales brechas para la fecundidad entre países se mantienen en torno a las condiciones de precariedad económica, la estabilidad de la vivienda, la alimentación, la crisis en los servicios de cuidados y sistemas de pensionados y el acceso a la salud y métodos anticonceptivos, entre otros.
“Esto se suma a la inseguridad sobre el futuro: cambio climático, riesgos ambientales, epidemias, migraciones forzosas y guerras, lo cual lleva a cada vez más personas a decidir por no tener descendencia, sobre todo en el contexto de naciones desarrolladas, y una disparidad entre la fecundidad real y la fecundidad ideal”, agregó.
Al lanzamiento asistieron, entre otros especialistas, Francisco Pichón, coordinador residente del Sistema de Naciones Unidas en Cuba; Keyla Estévez, directora del Centro de Estudios de la Juventud, y Norma Goicochea Estenoz, presidenta de la Asociación Cubana de Naciones Unidas.
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