El nueve de enero del año 1961, llega a Moa una delegación soviética formada por 12 técnicos de aquel país que vienen a colaborar en el arranque de la fábrica de níquel. En el año anterior había estado en Moa otra delegación de especialistas del mismo país euroasiático que conocieron la fábrica y su proceso tecnológico, sin embargo, esta otra delegación venía a colaborar en el arranque de la fábrica.
Entre los especialistas soviéticos que llegaron a Moa se estaba Salmón Sovol, científico de aquel país que luego estuvo más de 20 años trabajando para la industria cubana del níquel y que dejó escrito varios textos relacionados con la producción de níquel en Cuba. Salomón Sovol fue uno de los más destacados especialistas que laboró en Cuba y dejó entre los técnicos cubanos grandes amigos.
En este grupo de especialistas llegados a Cuba en el año 1961 precisamente en el mes de enero, vino el ingeniero hispano-soviético Vicente Mendiola que la vez hacía de traductor. Vicente Mendiola había nacido en España, pero cuando la guerra civil española, siendo niño, fue enviado a la Unión Soviética donde se crió y realizó sus estudios de ingeniería, por lo que dominaba perfectamente el idioma español, el ruso y otros.
Aunque Vicente Mendiola vino en esa delegación soviética optó por quedarse en Moa, así que contrajo matrimonio y formó su familia. Fue jefe de la mina, de la planta de lixiviación y ocupó otros cargos en la fábrica Pedro Sotto Alba y en el Ministerio de la Industria Básica. Esta primera delegación soviética llegaba el nueve de enero de 1961, laboró junto a los cubanos en distintas obras, una de ellas fue la proyección y construcción de la primera planta de derretimiento de azufre.
Recordemos que la fábrica de Moa se proyectó para la producción de mil toneladas de ácido sulfúrico todos los días, para lo cual se requiere el uso de más de 300 toneladas diarias de azufre derretido, pero en el diseño original el azufre llegaría derretido en el buque Sonka y se depositaba en los tanques.
Como que el azufre se recibiría ahora desde Europa, se decidió construir una planta de derretimiento de azufre y ese proyecto laboraron esos especialistas soviéticos, es a partir de entonces que el azufre se comienza a recibir solo y se derrite en el puerto.
A partir de la llegada de esos especialistas soviéticos la colaboración con los cubanos se hace posible por lo que esa cooperación fue creciendo y en la década del 80 del pasado siglo en Moa permanecían cientos de especialistas soviéticos convirtiéndose en una comunidad que convivía con los moenses.
FOTOS: Camilo Velazco Petittón